¿Qué depara el futuro para los turbocompresores?
Engine Technology International analiza el futuro de los impulsores. El uso de turbocompresores o sobrealimentadores comenzó como una tecnología de rendimiento exótica; ahora, la turboalimentación se ha convertido en la posición predeterminada para todos los motores diésel y la mayoría de los motores de gasolina actuales.
¿Qué depara el futuro para los turbocompresores?
El futuro parece estar listo para recibir un impulso de ambas tecnologías, con la tecnología de turbocompresores que continúa en un camino similar de mejora. VTG ya es común en autos diésel más pequeños y los sistemas turbo de dos etapas ahora se están moviendo cada vez más hacia ese segmento debido a los beneficios económicos que ofrecen.
La investigación y el desarrollo de la turboalimentación se ha centrado principalmente en reducir la fricción y la inercia para mejorar la respuesta y la capacidad de conducción. La geometría de turbina variable (VTG) ha optimizado la respuesta del compresor a baja velocidad del motor cuando la energía de los gases de escape es baja, al mismo tiempo que proporciona suficiente aire durante la operación de carga máxima.
La turboalimentación de dos etapas se ha utilizado en motores diesel premium durante varios años. Un turbo más pequeño da una buena respuesta a bajas velocidades del motor cuando la energía de escape es baja, y un turbo más grande toma el relevo a alta carga para cumplir con los requisitos de masa de aire de alta potencia y par de salida. VTG sigue siendo una rareza en los motores de gasolina, principalmente debido a las altas temperaturas involucradas, pero está comenzando a aparecer.
“El siguiente paso obvio es la aplicación de turbinas de geometría variable para motores de gasolina pequeños y medianos”
Nisar Al-Hasan, jefe de desarrollo comercial técnico - turbocompresor, Continental
